¡Mamás y futuras mamás! ?¿Hablamos de la placenta? Creo que casi todo el mundo ha oído que la placenta es el órgano encargado de nutrir al bebé dentro del vientre de mamá. Pero la placenta nace junto con el embarazo, en cuanto el bebé se instala dentro del útero, la famosa nidación.

¿Cómo se forma la placenta?

El cigoto, que nace del encuentro de un óvulo y un espermatozoide, multiplica sus células. Desde el momento en que se une, se divide en dos partes bien diferenciadas. Una mitad será el bebé y la otra se convertirá en la placenta. Es totalmente necesaria e indispensable para el crecimiento, oxigenación y alimentación del bebé1.

¿Cómo es una placenta?

La placenta tiene un aspecto similar al de un hígado de buey. Está llena de vasos sanguíneos, que reciben sangre rica en vitaminas y oxígeno. Todo ello llega al feto y pasa a través del cordón umbilical y garantiza así el correcto desarrollo del bebé. Podemos decir también que la placenta tiene grados de madurez.

¿Cuáles son los grados de la placenta?

Los grados de la placenta pueden ser grado 1, grado 2, grado 3 y 0. Lo que determina estos grados es la madurez de la placenta2. Es decir, cuanto más alto sea el número, más “envejecida” está. El grado de la placenta puede determinar la cantidad de alimento y oxígeno que recibe tu bebé. Así que digamos que cuando es de grado 1, puede nutrir y oxigenar muy bien al bebé sin ningún riesgo.

La placenta de grado 2 es la que puede permanecer durante más tiempo en un embarazo. Puede comenzar alrededor de las 28 semanas y durar hasta las 36, 37 semanas o incluso hasta el final del embarazo sin ningún problema. El grado 3 es el grado máximo de madurez de la placenta. Pero esto no significa que no satisfaga las necesidades del bebé, sólo que está “cansada”. También puede significar que el parto está cerca. Recuerda que el grado 0 es el mejor de todos. Indica que la placenta no tiene signos de madurez y que el embarazo está bien.

Extracción de placenta en parto normal, escenas fuertes para las que no les gusta ver sangre, así que ¡cuidado!.

He visto casos de mamás embarazadas de 30 semanas que tengan una placenta de grado 2, pero también he visto placentas de grado 3. Si este es tu caso, no te preocupes. Habla con tu médico para tranquilizarte. El embarazo suele ir bien incluso con una placenta de grado 3 en lugar de una placenta de grado 2.

Yo misma tuve una placenta de grado 2 a las 29 semanas y todo fue bien hasta el final, cuando tuve una placenta de grado 3 a las 39 semanas. A medida que la placenta madura, el líquido amniótico la acompaña, y la madurez del bebé también contribuye a ello3. Leí por ahí que los pulmones del bebé segregan una hormona cuando están maduros y esto puede acelerar la maduración del grado placentario hacia el final del embarazo. Por eso muchos embarazos alcanzan el grado máximo de maduración. Normalmente, el grado placentario no es motivo de preocupación.

¿El grado de la placenta acelera el parto?

Lo que puede adelantar el parto no es el grado de la placenta, sino el estado en el que se encuentra. Por ejemplo, una razón para adelantar el parto, o pensar en inducirlo, sería la calcificación placentaria. Esto es cuando la placenta empieza a incrustarse o calcificarse (endurecerse) y entonces ya no le pasa nada bueno al bebé y por eso el médico recomienda el parto. Pero eso es tema para otro post….

Preguntas de los lectores:

34 semanas con placenta de grado 3, ¿hay algún riesgo?

A las 34 semanas, el control prenatal es aún más cuidadoso y detallado. Si la ecografía muestra grado 3 a esta altura semanal, hay que comprobar la oxigenación del bebé. Si está bien, no hay ningún problema. Un doppler de las arterias umbilicales y de la placenta, que suele solicitarse en las últimas fases del embarazo, puede comprobar las condiciones de oxigenación.

37 semanas y placenta de grado 1, ¿hay algún problema?

¡No, al contrario! Cuanto más bajo es el grado de la placenta, más joven es y mejor está haciendo su trabajo de nutrir y oxigenar al bebé.

¿Qué es una placenta gruesa?

La placenta gruesa es una placenta más gruesa de lo que se considera normal. Puede estar causada por una pequeña calcificación unilateral, parcial o completa. Tiene algo parecido a pequeñas piedrecitas de sangre por todas partes. No es un caso alarmante, pero requiere atención médica.